ACTITUD, tu último salvavidas…

Actitud, un innegociable. 

La actitud, desde mi punto de vista, tiene que ver básicamente con:

La predisposición, intención y propósito con la que encaramos una situación, y que tienen como consecuencia una manera de actuar concreta.

Por ejemplo: puedo entrar en la pista con la intención de esforzarme, aprender, disfrutar, competir y darlo todo.

Esta seria una actitud concreta que supone una manera de actuar también concreta: correr por cada bola, poner la atención y la energía en hacerlo lo mejor posible en cada instante, aceptar todos los retos que el adversario me va proponiendo, aprovechar el error para aprender …

Ya que, tal como dice Victor Küppers, una persona puede ser percibida a través de la siguiente ecuación:

persona = (conocimientos + habilidades) x actitud

Lo interesante de esta fórmula es que la actitud es el único factor que multiplica. Tanto tus conocimientos, como tus habilidades, con la actitud adecuada, se ven multiplicadas, y por consiguiente mejoradas. De hecho podemos decir que: con la actitud correcta todo mejora.

Llegados a este punto hay una pregunta clave:

1. Que es lo que hace que la actitud sea un elemento holístico tan relevante, importante y determinante para mi rendimiento y mi bienestar?

La respuesta tiene que ver, y mucho, con el círculo causa-efecto.

Antes permíteme que te explique, de manera sintetizada, que es el círculo causa-efecto para que podamos ubicar la actitud dentro de él.   

Todo círculo causa-efecto empieza por una realidad que es neutra y termina con unos resultados.

Estos serian los principales elementos que estan presentes en el círculo causa-efecto y su orden: REALIDAD – INTERPRETACIÓN – PENSAMIENTOS – EMOCIONES – ACTITUD y ACCIONES – RENDIMIENTO y BIENESTAR – RESULTADOS.


A partir de la realidad neutra que estás viviendo, en cada uno de los elementos que conforman el círculo causa-efecto tienes la oportunidad de influir en los elementos restantes y, consecuentemente, determinar tu rendimiento y tu bienestar

En la Escuela de Felin@s aprendemos a dominar todos y cada uno de los elementos del círculo causa-efecto. 

Como puedes ver, dentro del círculo causa-efecto, la actitud se situa en el último tercio del mismo.

Es la última voluntad. Es tu última gran oportunidad de adaptarte lo mejor posible a la situación que estás viviendo. El último cartucho. El flotador salvavidas que aparece cuando ya te estabas empezando a hundir… 

Veámoslo con mayor profundidad:

Imagina una situación que, para ti sea habitualmente difícil, por ejemplo: enfrentarte a una pareja de mayor o menor ranking, a alguien que conoces, jugar en exterior con viento, competir en federados, participar en un torneo en el que haya dinero en juego, compartir equipo con un compañer@ con el que no te llevas bien, jugar en el drive

De entrada, debes saber que esta situación originariamente es NEUTRA, es decir, no es ni buena ni mala, ni positiva ni negativa, no está teñida aún de ningún color, no ha pasado aún por ningún filtro.

Sin embargo, y probablemente debido a todas tus experiencias pasadas y sobretodo a tu estado emocional actual, vas a percibir esta situación de una manera concreta. Por ejemplo: imagina que tu interpretas esta situación como una amenaza.

Empiezas a ver, en esta situación, la posibilidad de sufrir algun tipo de daño: emocional, mental y/o físico. Transformando, tiñendo y etiquetando así una situación en esencia neutra en una situación potencialmente peligrosa.

Por consiguiente tu mente empieza a preocuparse por el peligro inminente y genera pensamientos que estan relacionados con el miedo‘ya veremos como va, hoy va a ser un partido muy difícil, no me siento cómodo, estoy nerviosa, preferiría no jugar contra esta pareja, con esta compañera va a ser complicado, creo que hoy voy a sufrir, me siento excesivamente tenso,…’

Los pensamientos son como trenes que pasan en tu estación. Tu puedes escoger a que tren te subes y a que tren no. Cada tren, si tu quieres, si tu se lo permites, te lleva a un lugar distinto. Pensamientos relacionados con el miedo, si no sabes como gestionarlos, te llevan a sentir miedo.


Cuando estás sintiendo miedo y no sabes como regularlo es muy probable que este influya en tu actitud. Puede que esta sea excesivamente agresiva, o demasiado dócil, que bajes los brazos y tires la toalla antes de tiempo, que lo des todo por perdido o por ganado, que pierdas la esperanza, que creas que no vale la pena el esfuerzo, que no hay nada que ganar y mucho que perder. Perdiendo así tu equilibrio interno, tu centro.

Y tu actitud (por desgracia o por suerte) está íntimamente relacionada con tus acciones, tu rendimiento y tu bienestar. Así, como, obviamente con tus RESULTADOS.

Resultados que, si no son los esperados, pueden fácilmente retroalimentar nuestra interpretación de esa situación concreta como amenazante, fortaleciendo así nuestras creencias limitantes y volviendo a generar un nuevo círculo causa-efecto que puede llegar a ser devastador…

Y es así cuando una situación que es neutra ha desencadenado en ti un círculo causa-efecto cuyo resultado será un rendimiento bajo, falta de confianza, insatisfacción, …

Y es justo aquí, en este punto, que aparece la actitud. Una correcta actitud puede romper este círculo causa-efecto vicioso y convertirlo, a partir de este instante, en un círculo virtuoso.

Una actitud adaptativa puede permitirte rendir al máximo de tus posibilidades a pesar del miedo, a pesar de tu manera de interpretar la situación, a pesar de tus creencias, a pesar del malestar emocional que estés sintiendo, a pesar del conjunto de pensamientos desadaptativos que tu mente siga generando…

Lo más importante respecto la actitud es que, de algun modo, es la última bala que tienes para adaptarte del mejor modo posible a la situación que estás viviendo. Es el último salvavidas con el que salir a flote. Tu última ancla al momento presente, a tu esencia.


Y es además, y por fortuna, de aquellos pocos elementos realmente relevantes que forman parte del juego que dependen al 100 % de nosotros, que son de nuestra total incunbencia y responsabilidad

Viktor Frankl, psiquiatra que sobrevivió a un campo de concentración durante el holocausto nazi, escribió ‘El hombre en busca de sentido’. Libro que alberga frases de gran valor. Si hablamos de actitud, esta es la frase que Frankl escribió:

«A un hombre le pueden robar todo, menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante cualquier tipo de circunstancias, la elección del propio camino.»

La actitud es también una sensación difícil de describir en palabras: 

Cuando compites hay momentos en que sientes, dentro de ti, en algun lugar, un intenso sentimiento, una intuïción, una certeza, una rebelión … y es que, en esos momentos tu sabes que, pase lo que pase, lo darás todo, pase lo que pase, seguirás ahí, atent@, preparad@, al servicio del equipo, atendiendo el momento presente, pase lo que pase, … 

Visto así, la actitud es también y sobretodo:

La capacidad de escoger que tipo de jugador/a y persona quiero ser a cada momento, sea cual sea la circunstancia.

Y tu? Con que actitud te gustaría jugar tu próximo partido? Con que actitud te gustaría vivir esta vida? Que tipo de jugador/a y persona te gustaría ser a cada momento?

Puedes dejar tus comentarios aquí abajo.  Un saludo y un fuerte abrazo!! 

Àlex

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En esta primera sesión te acompañaré a:

1. Tomar consciencia de que tipo de jugador eres y que es lo que está limitando tu talento y tu potencial. 

2. Crear tu jugador ideal y trazar un camino para empezar a caminar hacia tu mejor versión desde HOY.

3.  Realizar un plan de acción para aumentar tu rendimiento y elevar tu bienestar, con herramientas y ejercicios prácticos concretos y de fácil aplicación. 

Y una vez terminada la sesión te enviaré un audio-resúmen con lo más relevante y la explicación de cada una de las actividades y/o herramientas propuestas.